COMUNIDAD EBENEZER
lunes, 30 de junio de 2014
lunes, 9 de junio de 2014
¡TRABAJAR, TRABAJAR Y TRABAJAR!
¡TRABAJAR,
TRABAJAR Y TRABAJAR!
Siempre hemos tenido del
trabajo una percepción de honra y dignidad: “El trabajo dignifica al ser”, hemos
escuchado. Sin embargo, ¿por qué tenemos la sensación de que el trabajo en
estos tiempos, más bien se ha convertido en una desgracia que nos aleja de nuestras familias y de aquello que en
verdad nos gusta?
En algún momento en la
historia del hombre, el trabajo debió ser realmente algo digno, admiramos
aquellas series televisivas que nos mostraban al padre trabajador regresando al
atardecer a su hogar, para compartir con los suyos después de un día de labor y
esfuerzo físico. Algo de esta dignidad debe permanecer el día de hoy entre
nosotros cuando vamos al trabajo para ganar el sustento y llevarlo a nuestras
casas; pero el panorama que tenemos en la sociedad es bastante oscuro, en
cuanto el padre ya no tiene tiempo para compartir con sus hijos: las
ocupaciones lo han distanciado de sus seres queridos: cuando el padre reacciona
ya no tiene al hijo que creía tener, tiene en frente a sí a una persona que
creía conocer; en el peor de los casos a
un drogadicto, a una hija liberada, a un criminal; en suma, a un ser
extraño al que ha ido perdiendo poco a poco en medio de sus labores. El sistema
injusto en el que vivimos tiene bajo esclavitud al hombre de hoy tal como
apareciera en el imperio egipcio, distanciándolo de la adoración a Dios y del
tiempo que debe dedicarle a su familia.
En el libro de Génesis
3;17-18, leemos: “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y
comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la
tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.” Es interesante que el trabajo aparece como el resultado de un acto
de desobediencia, en el que también se
perdió la comunión inicial con el padre. Aquí podemos entender que el trabajo
se posiciona dentro de las sociedades que no honran a Dios, como un sustituto
de la presencia de divina. Uno de los textos más reveladores en este sentido lo
encontramos en Éxodo 5: 7-9, en donde Faraón endurece las labores para el
pueblo Hebreo con tal de que no adoren a su Dios. Desde aquí vemos con claridad
como el trabajo que proponen los sistemas ateos, nos aleja de la adoración y por consiguiente de nuestras
familias. ¿No es esta la misma situación del inmigrante latino que debe
trabajar en varios turnos para conseguir dinero en Estados Unidos, con el fin
de enviarlo a su familia en cualquier país de Suramérica? Sin ir tan lejos, es
la misma situación de los enfermos por el trabajo que han sentido que el hombre
vale por lo que posee, personas que se enojan cuando llegan los festivos por
que no pueden disfrutar del sonido de la máquina registradora de billetes,
cuando debieran alegrarse de tener la oportunidad de estar con sus familias.
Las matanzas más
terribles y los actos más criminales en los Estados Unidos fueron realizados
generalmente, por personas que tuvieron padres ocupadísimos por el trabajo y
que les abandonaron a la guía de los juegos violentos o el televisor.
Recientemente el reconocido Pastor Benny Him nos sorprendió con una historia en
la que nos relataba como su esposa le había pedido el divorcio, tras hallarse
en una situación de crisis nerviosa, por el continuo abandono de su esposo,
ocupado en las exigencias de un ministerio demandante, en el que ya no tenía
tiempo para ella. A menudo observo estudiantes
cristianos con ciertos desequilibrios emocionales, que son efecto de la
ausencia de padres demasiado ocupados en
el ministerio o en los trabajos seculares; la enseñanza es clara: hay dos
espacios que el hombre no puede compartir con el trabajo, el espacio de la
adoración a Dios y el espacio de la familia.
Es cierto que el
trabajo dignifica y que es necesario salir a ganar el sustento, pero debemos
cuidar que no se transforme en un acto
de esclavitud que nos distancie de lo que nos es sagrado. En este sentido se ha
acuñado la palabra TRABAJOLICO (workaholic en inglés) que alude a la persona
enferma por el trabajo, algo que debemos cuidar para no perder el enfoque
correcto de hijos de Dios.
lunes, 26 de mayo de 2014
LA SOBRIEDAD DEL ESPÍRITU SANTO
Uno de los magistrales libros de
Franz Kafka, llamado “EL PROCESO” nos habla de un hombre que es arrestado por
una situación que ignora: en adelante este hombre vivirá una pesadilla para
defenderse de un poder que nunca sabe qué es y al que no tiene un acceso
definitivo, sino a través de personas
que mienten o lo ilusionan temporalmente. Este hombre luchará por hallar esa
instancia de Justicia y equidad final, pero no la encontrará.
Muy a menudo tengo la percepción de
vivir en medio de un sistema extraño e injusto: pocos años atrás me llegó una
notificación de parte del gobierno departamental, en donde debía pagar un
dinero por el cobro de unas obras de la ciudad, en las que yo no había acordado
nada. Posteriormente me llegaban los cobros a mi casa y como no pagaba,
empezaron a llegarme amenazas de cobro jurídico, de tal manera que me vi
obligado a endeudarme con un banco para pagar un nuevo impuesto, que se había
creado para unas obras que la ciudad necesitaba (Otro impuesto adicional a los
existentes). Un tipo de sistema así sólo puede ayudar a que prolifere la
corrupción.
En Tito 1; 7-8 el apóstol Pablo escribe de la siguiente manera: “..Porque
es necesario que el obispo sea
irreprensible, como administrador de Dios, no soberbio, no iracundo, no
dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino
hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo”. Pablo
exhorta a Tito a ser sobrio, en medio de una sociedad a la que determina: mentirosa,
malas bestias, glotones y ociosos. Cuán fácil es esta sociedad perder la
cordura, cuán fácil es errar el camino, cuán fácil es airarse y perder el
dominio. El hombre común lucha con demasiadas cargas que el sistema le ha
impuesto: los servicios, el costo de la comida, la educación, la salud; los
gobiernos seculares no saben cómo manejar los problemas de los ciudadanos
porque han aplicado la estructura de empresa solitaria, competitiva y superflua,
cargando a las familias con un sinnúmero de presiones. El ser humano no
entiende este tipo de estructura porque fue diseñado por Dios para una estructura
diferente: una estructura sabia, en donde el hombre pueda encontrarse
directamente con el hacedor de la justicia y la ley.
El término sobriedad que Pablo le
recomienda a Tito, tiene que ver con el control o moderación que tiene una
persona para actuar, en medio de una situación especial, en medio de una
cultura especial diríamos.¿Cómo mantenernos firmes en medio de un sistema que aplaude lo fácil, que desconoce las
razones, que decreta lo injusto, que desecha lo "viejo", que nos hace competir
con nuestro prójimo permanentemente? En la velocidad de la modernidad esta
cultura quiere hacernos correr como gallinas locas, porque es la única manera
en que no tendremos tiempo para Dios, ni tiempo para nuestras familias.
Las explosiones de ira, de
insatisfacción, de repudio de descontrol, se han vuelto cosa común, esto nos ha
llevado a ser una sociedad enferma. Cuando Pablo le recomienda a Tito La
sobriedad en su actuar, le está recomendando la llenura del espíritu Santo y
concretamente tres frutos claves para no
perder la dirección ni la cordura: la paciencia, el dominio propio y la
templanza.
La paciencia
es un fruto del espíritu que nos enseña
a esperar confiados en los procesos, (algo que los jóvenes ya no entienden).
Debemos entender que somos parte de un proceso que Dios adelanta en nosotros.
La cotidianidad necesita de la demostración de la paciencia.
El dominio propio nos asegura el comportamiento adecuado ante una situación difícil, en
otras palabras el sometimiento del cuerpo y el alma al accionar del Espíritu
Santo. Se requiere la comprensión sobrenatural de las cosas, que es operación
del Espíritu de Dios, para obrar en determinada situación. (Posee un componente
de conocimiento; es decir, necesitamos el don de ciencia para posicionarnos
como sujetos de propósito, en medio de un mundo absurdo)
La templanza
es la capacidad para ser firmes en lo que queremos y mantenernos a distancia de
lo que no nos conviene. La templanza sería como la plomada de Dios, la
capacidad que el Espíritu Santo nos entrega para no dejarnos desviar del
propósito de Divino.(Posee un componente de acción)
La sobriedad del Espíritu Santo nos
anima y nos direcciona en medio de un mundo en crisis, en donde de no ser por la bendición de su presencia,
muchos hubiéramos desfallecido.
domingo, 18 de mayo de 2014
¿ QUIEN ES MAS ASESINO Y MAS CULPABLE?
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¿QUIEN ES MAS ASESINO Y MAS CULPABLE?
El 19 de abril de 1.995 ocurrió en Estados Unidos una tragedia de enormes proporciones: el edificio federal Alfred P. Murrah, se estremeció por un atentado con bomba, en la ciudad de Oklahoma; allí se encontraban las oficinas de la DEA, CONTROL DE TABACO, CONTROL DE ARMAS DE FUEGO Y ADMINISTRACION DE SEGURIDAD; el resultado 167 personas muertas, incluídos 19 niños. las pesquisas posteriores y la impasividad de un criminal que no quería huir, ayudaron a encontrar a Timothy Mcveigh, un hombre que hasta entonces había llevado una vida aparentemente normal, incluso con buen desempeño en las fuerzas militares, durante la guerra del golfo pérsico.
Timothy Mcveigh se convirtió de pronto en el centro de grandes debates y dudas, ¿Qué había impulsado a este hombre a proceder de tal manera?. Posteriores indagaciones revelaron que sus padres se habían divorciado, que había crecido sin afecto paterno y que había vivido el abuso de personas violentas en su colegio. Por todo ello, Mcveigh acumuló resentimientos e iras a lo largo de su existencia, reflejados en un odio feroz contra toda persona o institución que abusara de los débiles. El último acontecimiento que había marcado su vida fue el ataque de unos agentes gubernamentales contra la secta de los DAVIDIANOS, dirigida por David Koresh, quien murió con varios integrantes de la secta en febrero de 1.993. El hecho sacudió la vida de Mcveigh, quien se propuso vengar y realizar un acto de grandes proporciones contra el gobierno. En Julio del 2001 Mcveigh fue ejecutado con inyección letal, tras hallarse culpable del atentado en Oklahoma.
Si bien es cierto que nada puede justificar un acto de esa naturaleza en donde mueran inocentes, una reflexión profunda nos dirá que Mcveigh también fue víctima de un sistema que está contaminado por muchas enfermedades de carácter social: el armamentismo ciudadano, la proporción de divorcios, la indefensión civil, el abandono de los niños, el materialismo; son sólo unos pocos de los muchos males que padece el norteamericano y sin saberlo Mcveigh se erigió a sí mismo como asesino y víctima de un estado sin corazón a quien sólo le interesa la producción y los rendimientos del capital. La palabra de Dios nos dice en Romanos 3 10:"qué no hay ni un justo, qué no hay quien busque a Dios": el estado norteamericano condenó a este hombre por su acto, pero quién juzga a los estados por los excesos, por su falta de compromiso social, por los crímenes, por los abusos?. Estados Unidos ha permitido tanto el deterioro de sus estructuras sociales, que se ha olvidado de los principios bíblicos que dieron origen a esta nación y el costo de tal olvido, lo viene pagando en cada masacre que se realiza en sus propias escuelas, cada que un estudiante asesina a sus compañeros. Durante mucho tiempo se ha idolatrado un estilo de vida que las películas y las series de Hollywood nos han vendido como "el sueño americano" y muchos de nuestros compatriotas se han ido detrás de este sueño, que no es otro que el de tener, fama, éxito y ganar bastante dinero. Muchos de ellos han dejado atrás esposas, esposos, hijos, padres, ¿Será que el sueño americano puede aliviar todas las heridas de la ausencia y todos los vacíos del corazón?
Basta mirar a nuestro propio país sumido también en similares problemas, para entender que la situación es general en todos los países. Jesús dice en Mateo 11;39 :"Vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de mal", esta declaración es muy cierta no sólo para algunas personas, también para aquellos estados hipócritas, que se esfuerzan por encontrar a un culpable de atacar su sistema, pero que son incapaces de reconocer su propia responsabilidad en los males que generan. Para Cristo cada persona es un hijo, alguien valioso, cada familia es la imagen de lo divino, por eso no vale la pena dejar los hijos sólo por conseguir dinero: el Dios que nos creó, será suficiente para darnos lo que buscamos sin necesidad de abandonar los nuestros.
viernes, 16 de mayo de 2014
LA OPORTUNIDAD Y LA DESICION
LA
OPORTUNIDAD Y LA DECISIÓN
Pensemos
en el caso de Eva: en esta situación sólo hay dos opciones, hacerle caso a la
serpiente o a Dios. La ingenuidad (falta de conocimiento) la lleva a tomar una
mala opción y la voz de la serpiente que
penetra por el oído, estimula todo un aparato inconsciente que motiva la
decisión: el orgullo de querer ser iguales a Dios. A menudo le pregunto a los
estudiantes sobre lo que quieren ser cuando grandes y muchos chicos responden
que futbolistas, pero en casi todos hay un desconocimiento de las opciones
reales, ignoran que detrás de ese sueño hay millones de chicos y que muchos no
llegarán a esa meta, no consideran una segunda o tercera opción y cuando se estrellan con la realidad, no pueden
tolerar la frustración y algunos de ellos terminan consumiendo droga o en la
delincuencia. Ciertamente el conocimiento de las opciones verdaderas nos puede
hacer libres del error: “conoceréis la verdad y la verdad os hará
libres” (curiosamente un psicólogo hizo de estas palabras de Jesús uno de sus
principios)
Otra
de las situaciones claves en las decisiones es
cuándo en realidad somos libres para decidir, por ejemplo si pensamos en
el joven que desde pequeño fue condicionado por las circunstancias, digamos sus
padres bebían todo el tiempo, creció en ese medio y ahora él también lo hace,
podemos pensar que ese joven es libre para tomar la decisión de no hacerlo?
(Determinismo psicológico). Esta situación tiene que ver con que las decisiones
correctas son una cadena de acciones que finalmente nos llevan a opción
correcta, por ejemplo: queremos comprar una casa: necesitamos información
adecuada e ir recorriendo los pasos como hablar con expertos, conseguir los
fondos económicos, buscar la ubicación adecuada y finalmente comprarla. Una
buena decisión es producto de un conjunto de buenas acciones, que concluyen en
la determinación final. Pensemos en el
caso contrario: Un hombre tiene una esposa y determina serle fiel, pero este
hombre, tiene tentaciones, digamos una exnovia del pasado con quien la “pasaba
bien”. Esta chica lo llama telefónicamente y le dice que lo quiere ver, él
accede; se encuentran en uno de sus viejos sitios tomándose unas cervezas. Ella
le propone que salgan a bailar, él piensa que puede hacerlo, que es sólo una
amiga y que “no pasará nada”. En la discoteca se toman unos tragos y a medida
que pasa la noche, él va viendo más interesante a la chica y se siente más
atraído a ella, se besan pero él todavía cree que no pasará nada, sólo un beso.
A la madrugada con varios tragos en la cabeza él decide ir con la chica a un
motel y no amanecer al lado de su esposa: ¿Cuándo tomó este hombre la decisión
de acostarse con aquella chica?, no fue en el último instante, seguramente
había tomado la decisión en el momento en que aceptó verse
con ella.
Veamos
el caso del faraón en Éxodo 5;2 cuando Moisés le dice que deje ir libre al
pueblo Hebreo, Faraón responde que no y los obliga a trabajar más, Moisés
vuelve con la vara de Aarón haciendo milagros, pero el corazón del Faraón se
endurece y no lo escucha ( Éxodo 7;13), después viene la plaga de sangre, la
plaga de las ranas y el Faraón se arrepiente pero no hay cambio real, su
corazón sigue “endureciéndose”, aquí hay un principio: “las malas decisiones endurecen
nuestro corazón, las buenas decisiones nos sitúan en la voluntad de Dios”.
Finalmente el Faraón debe enfrentar dolorosamente la muerte de su hijo, la destrucción de su ejército y su propia
muerte y condenación, por no tomar la decisión correcta; en algún momento
Faraón aún era libre para tomar esa opción, en otro ya la suerte estaba echada.
En
muchas ocasiones hemos sido faraones y nos hemos empecinado en los errores y
nuestro corazón se ha endurecido, pero Dios tiene respuestas para eso, Dios se
nos muestra como un Dios de oportunidades: Eclesiastés 9:11:” Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los
ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan,
ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que TIEMPO
Y OCASIÓN acontecen a todos.” Jesús se
convierte en la fuente de grandes oportunidades para el que le sigue, veamos en
Juan 5;1-10 la situación de un hombre que esperaba hacía treinta y ocho años la
oportunidad de un milagro y Jesús se lo realizó pero tenía una demanda: la
decisión, “Levántate, toma tu lecho y anda”.
A menudo nos
enfrentamos con decisiones difíciles para tomar, en estos momentos debemos
acudir al espíritu Santo, quien guía a toda verdad, además quien escudriña las intenciones del corazón: conozco
el caso de un amigo que pudiendo elegir una novia dentro de la iglesia, conoció
otra por internet, guiándose por la apariencia de ella: el resultado fue doloroso para ambas
partes.
miércoles, 14 de mayo de 2014
EL ATALAYA
EL ATALAYA
LA
NECESIDAD DE ATALAYAS DE DIOS
Uno de los oficios más
delicados en la antigüedad consistía en la función dada al hombre que debía
vigilar en los muros altos de las edificaciones, la llegada de los enemigos; a
tal persona se le daba el nombre de atalaya. El origen de la palabra es árabe y
está relacionado con aquellas personas que se introducían en territorio enemigo
para observar los movimientos del enemigo; posteriormente el significado
también se asoció al hombre que podía mirar desde las alturas, en este caso una
torre, para prevenir los ataques enemigos. De esta forma, podemos considerar la
importancia que tenía este oficio en la antigüedad, dadas las condiciones de
seguridad necesarias para los reinos antiguos. Podemos decir que hoy con el
avance tecnológico ese especial papel del atalaya, lo ocupan los modernos
centinelas apoyados por equipos de radares sofisticados destinados tanto a la
prevención de ataques como a las actividades de espionaje.
Aunque el oficio de atalaya
haya perdido las condiciones iniciales características, la esencia de tal
oficio se conserva y el significado espiritual que le fue dado en los tiempos
de Isaías, Jeremías y Ezequiel está más vigente que nunca. Los tiempos
presentes han cambiado en tanto que ya
no se espera al enemigo desde una alta fortificación: en el sentido
espiritual que el término fue usado por los profetas anteriores significa el estado de vigilancia que se debía tener
ante los peligros espirituales, sociales y materiales que destruían a Israel,
tal sentido también está presente hoy, cuando los ataques provienen de los
sitios más inesperados y cuando la cultura entera conspira contra el modelo
divino. En Jeremías 6;17 Dios declara que ha puesto atalayas sobre Israel que escuchen el sonido de trompetas,
pero que estos no han cumplido su función, por tanto Dios permitirá la invasión
de un pueblo extraño.
Este sentido profundamente
espiritual de estar atentos ante los peligros posibles para la iglesia y la
familia, se mantiene el día de hoy y la función de atalaya, recae no solo en
los ministerios que Dios ha dado a la iglesia, también en los padres como
vigías del hogar. El peligro hoy puede estar en la pantalla del televisor, en
la amistad de un amigo del hijo, en los mensajes directos u ocultos de la
música moderna, en la influencia de las costumbres de los ídolos de moda o en
la presencia maligna de mensajes e imágenes en la internet. Podemos decir que
la función de atalaya se ha vuelto más importante en tanto que el enemigo ha
cambiado sus tácticas, ha modernizado sus ataques, ha sutilizado sus
estrategias: casi nadie advertiría que tras el ingenuo anhelo de asistir a una
escuela de modelaje, se esconde un peligroso mundo de desviaciones sexuales, de
corrupción moral y de explotación de la figura humana que Dios nos dio. En
Ezequiel 3; 16 podemos observar que Dios le da esta función al profeta con la
finalidad de amonestar al impío, al que está equivocado o ha errado el camino y
es tan seria esta función que Dios demanda la vida del impío de manos del
profeta.
El lugar alto en el que
permanecía el atalaya adquiere un importante significado: no se pueden vigilar
los movimientos del enemigo sin poder observarlo desde lo alto, aquí el lugar
alto significa también, los dominios del padre, ya que el padre vive en las
alturas y esto nos habla de intimidad con Dios: no puede una persona ser un
buen atalaya si no tiene comunión con Dios, si el espíritu santo no lo guía. Hoy
se requiere no solo tener conocimiento de los posibles peligros que pueden
atacar a las personas, también una especial sensibilidad a lo que no parece
peligroso ante nuestros ojos, aquí podemos unir dos imágenes interesantes el altar y el atalaya, en estas imágenes podemos hallar la función
del que vigila y el que es orientado por el espíritu santo. Como ejemplo de la
necesidad de intimidad con Dios que necesita el atalaya, mencionaré el triste
caso de la sobrina de un pastor de una iglesia grande de la ciudad de Cali, a
quien conocí personalmente. Dicha
adolescente hizo amistad con unos muchachos que asistían al grupo de
jóvenes de la iglesia, en este grupo una de las consignas era atraer a los
jóvenes mediante el rock cristiano, de tal manera que estos muchachos llegaron
a la iglesia, pero nadie se percató de sus orientaciones ni de la peligrosidad
que revestían; la situación final fue que la sobrina del pastor fue raptada por
estas personas que pertenecían a una secta satánica, abusada sexualmente y
posteriormente abandonada en un paraje solitario de Cali; la pregunta aquí es obligada ¿Dónde estaban los
atalayas de la iglesia?, ¿Cómo se pudieron camuflar estas personas en las
instancias eclesiásticas, sin ser detectadas por las autoridades de la iglesia?
Si esto sucede en las iglesias ¿qué podemos esperar de los hogares?
La palabra nos habla
duramente en Isaías 56;10: “..Sus atalayas son ciegos, todos ellos
ignorantes, todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados,
aman el dormir…y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos
no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su
propio provecho, cada uno por su lado…”, que especial coincidencia con
los tiempos que vivimos, en donde a muchas iglesias les interesa más las
estrategias de crecimiento, que las mismas almas.
En esta palabra de Isaías
hay unas características que debemos considerar a la luz de la palabra: primero
se nos habla de ciegos, alguien que
no ve ¿Cómo puede ser un buen atalaya?, “sin visión perece mi pueblo” nos ha
dicho la escritura, la visión nos habla de claridad, de objetivos. La segunda
característica para estos malos atalayas es ignorantes; la ignorancia puede encerrar no solo la condición de
carecer de conocimiento, también la de no buscar el conocimiento, que es la
peor condición de la ignorancia, a esta se refiere cuando Jesús hablaba “ de no andar en la
verdad” . Cuando un padre de familia no se entera quienes son los amigos de sus
hijos, procede de esta forma; cuando un pastor no investiga quienes son las
personas que llegan a su congregación, ni establece criterios de cuidado,
también procede de esta manera. Jesús declara:”Y buscaréis la verdad y la
verdad os hará libres”, podemos añadir, la verdad no salvará, la verdad nos
protegerá, la verdad nos ayudará.
La tercera imagen que Isaías
nos plantea es la “perros mudos”, es
decir, alguien que no cumple con la función de atalaya, se queda mudo ante el
peligro, no dice nada ante el error. El perro que no ladra es aquel que convive
con el pecado, haciendo amistad con lo malo o ignorando la peligrosidad que el
pecado puede revestir. La última imagen es la de dormilones, aquí encontramos la figura no solo del que no cumple su
función de atalaya, por extensión el que se deleita con la carne, antes de
cumplir con el llamado del espíritu; se refiere a aquellas personas llamadas a
cuidar una congregación o una familia, pero prefieren dedicarse a sí mismas en
la figura del deleite, llámese distracción, drogas, alcoholismo; incluso
ocupaciones que pudieran parecer loables como el trabajo, sin embargo cuántas
personas han perdido a sus hijos por dedicarse al trabajo. Amar el dormir como
una imagen de un mal atalaya, debe llevarnos a preguntar por las prioridades,
por el orden del padre, por la finalidad de la existencia, por la urgencia del
reino de Dios.
martes, 13 de mayo de 2014
Bienvenida
Doy gracias a Dios por permitirme empezar con esta página para servir a otros que puedan encontrar en este espacio, algún tipo de ayuda relacionada con enseñanzas bíblicas.
La palabra Ebenezer es del hebreo y significa "PIEDRA DE AYUDA", nada más apropiado como nombre para este este blog, que tiene la intención de proporcionarte ayuda en la roca que es Cristo.
Vivimos tiempos de mucha dificultad en todo sentido, recuerda sin embargo que "donde abunda el pecado sobreabunda la gracia", por lo que estamos llamados a buscar la presencia del padre como nunca antes, ya que él será fiel para guardarnos del mal.
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